LUZ DE LEVANTE
(A mi madre )
Sobre la cama turca
- expuestos como alegres caracolas -
aquellos vestidos de niña esperaban
mi morenita piel de la playa de
Benalúa .
Tiras bordadas,
canesúes en punto de nido de
abeja,
rasos, piel de ángel , organdíes…
hermosos,
cosidos , almidonados y
planchados
por la mano de mi madre .
Mi infancia :
sopas de leche,
anginas, el practicante,
(inyección mía de cada día)
-El médico ya viene si no comes-
zarzuelas por la radio,
cuplés de mi abuela ,
y “ Nena” de Sarita Montiel;
mi tortuga,
mis conejos de indias
y los grillos del abuelo
en las jaulas del patio .
MEMORIA EN RESPLANDOR
En esta casa en donde la orfandad
se multiplica
a la velocidad de vértigo
llevo tanto tiempo buscando
vuestro amor,
tan sencillo, tan cotidiano,
en la pura ternura de las cosas ¡
¡Oh, luz de la memoria!
- tesoro de los gestos minúsculos-
¡Os he encontrado en el espejo:
Soy yo misma!.
Vosotros me llenasteis de amor y de esperanza,
por eso siempre seré una mujer creyendo
en la bienaventuranza de los hombres .
PAIDÓS
Un muchacho me soñaba abrazado a la cintura
Me volví para él su consentido
heliotropo,
una mariposa con pasos de ballet
en el corazón empolvado de los
lirios.
Las mariquitas me cosieron, sin
patrones,
un vestido de volantes y al
mirarme en sus ojos
me creí hasta hermosa- sólo
porque él me amaba-.
Salimos al balcón y con unas
tijeras
recortó una nube para hacerme
un sombrero con una pluma de
ñandú .
Me regaló un globo en forma de
plateado delfín,
y un poema en un molinillo de cartulina .
La Luna, desde su columpio
azulina, cómplice,
le guiñó un ojo y él le lanzó un
beso.
A lomos de su unicornio de
cartón,
estos versos le escribí.